Pan sin gluten con la panificadora, ¡fácil con Girmi!
Quienes reciben un diagnóstico de enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten a menudo piensan que nunca más podrán disfrutar del placer de una hermosa rebanada de pan recién horneado y fragante, y que tendrán que depender para siempre de sustitutos industriales. En realidad, hay muchas alternativas al gluten y con una panificadora adecuada es posible hacer fácilmente un pan sin gluten suave y crujiente. Solo necesitas elegir el electrodoméstico adecuado, encontrar la receta correcta y practicar un poco. ¡No te desanimes si los primeros resultados no están a la altura de las expectativas! Después de algunos intentos y experimentación, todos terminan encontrando sus propias recetas ideales para hacer pan sin gluten en casa..
En este artículo veremos cómo hacerlo con la ayuda de Girmi MP20, un modelo de panificadora muy versátil que también incluye un programa automático para preparaciones sin gluten. Este aspecto es esencial para hacer pan sin gluten, porque es una masa mucho más blanda y pegajosa que la tradicional y con algunas panificadoras puede ser particularmente difícil obtener un buen resultado. Es precisamente el gluten el que une la masa y le da al pan esa típica consistencia suave por dentro y crujiente por fuera. Para compensar su falta, hay que jugar con la combinación adecuada entre la mezcla de ingredientes sustitutivos y una preparación con tiempos de mezcla reducidos, una fermentación más larga y una cocción más lenta, exactamente como lo hace la panificadora Girmi MP20.
Volvamos un paso atrás: ¿Qué es la intolerancia al gluten?
Si estás leyendo este artículo, es probable que hayas estado buscando una receta de pan sin gluten y ya sabes de qué hablamos cuando nos referimos a laintolerancia al gluten. Claro, aclaremos un poco las cosas. El gluten es una proteína presente en muchos cereales, como el trigo, centeno y cebada, que proporciona elasticidad y consistencia a la masa del pan, los pasteles y las preparaciones con harinas tradicionales. Algunas personas sufren de intolerancia al gluten o celiaquía, una enfermedad autoinmune que provoca una inflamación crónica del intestino delgado, desencadenada por la ingesta de gluten en individuos genéticamente predispuestos. Los síntomas no son siempre los mismos en cada individuo y muy a menudo el diagnóstico de enfermedad celíaca llega solo después de muchos años de trastornos recurrentes. A veces, la simple fatiga crónica, el dolor de cabeza o la irritabilidad del intestino pueden ser signos de intolerancia.
¿Por qué una panificadora puede facilitarte la vida?
Si te han diagnosticado enfermedad celíaca, el primer desafío al que te enfrentas es revolucionar por completo tu dieta, eliminando todos los alimentos que contienen gluten, la mayoría de los cereales. Esto puede resultar bastante desconcertante al principio, pero pronto te darás cuenta de que hay muchas alternativas a estos alimentos. Uno de los problemas a los que podrías enfrentarte es tener que recurrir a muchos alimentos industriales que quizás no sean de tu agrado.. Para todo hay solución y la preparación casera de algunos alimentos te permitirá personalizar más tus comidas según tus preferencias. Desde este punto de vista, la panificadora te ofrecerá una ayuda considerable, ya que te permitirá preparar, siempre que lo desees, un alimento mucho más similar al pan al que estabas acostumbrado a comer. Estará siempre caliente y fragante y podrás elegir las variantes que prefieras, por ejemplo, pan de nueces de semillas o especias. ¡Nada te hace sentir como en casa como el aroma del pan recién horneado! Con Girmi MP20 será muy fácil prepararlo: solo tienes que configurar el programa deseado y dejar que la máquina haga el resto.
Cómo preparar pan sin gluten con Girmi MP20
Para preparar pan sin gluten con la panificadora, la forma más fácil es utilizar uno de los muchos preparados para pan (mezcla de harinas sin gluten) disponibles en el mercado y activar el programa correspondiente. ¡Este procedimiento es simple! Basta con poner en la cesta 200 ml de agua tibia, media cucharadita de azúcar, media cucharada de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita de sal, 250g de harina sin gluten y medio sobre de levadura en polvo sin gluten. Se selecciona el programa GLUTEN FREE 7, peso 500 g, Color corteza medio. Si usas la máquina para preparar alimentos libres de gluten, es crucial tener precaución para evitar cualquier posible contaminación con harinas o alimentos que contengan gluten. A
medida que adquieras experiencia, sentirás la curiosidad por experimentar más, y las mezclas sin gluten disponibles en el supermercado quizás ya no satisfagan tus deseos de explorar nuevas preparaciones. Aquí es donde te será útil saber cuáles son las harinas sin gluten, para que puedas mezclarlas en tus preparaciones personalizadas. De hecho, para hacer pan sin gluten se necesita una mezcla de al menos dos harinas.
Podrás utilizar harina de maíz, trigo sarraceno, mijo o sorgo, para mezclar con una cantidad menor de harina de castañas*, quinua, garbanzos*, amaranto, arroz, teff o nueces*, o sustituir la segunda harina por un almidón como fécula de patata* o tapioca*. Sin embargo, ten cuidado, porque los alimentos marcados con un asterisco están indicados como potencialmente peligrosos en el sitio web de la AIC ya que pueden contener gluten en cantidades superiores a 20 ppm o con riesgo de contaminación, por lo que la FACE recomienda el consumo de estos alimentos solo si están presentes en su manual o si llevan la indicación «sin gluten». Las recetas para probar, añadiendo semillas, miel, especias u otros ingredientes no prohibidos son muchas.
¿Cómo conservar el pan después de prepararlo?
El pan sin gluten no se conserva mucho tiempo, por lo que conviene prepararlo fresco para disfrutarlo al máximo. Con la panificadora Girmi MP20, no será un problema hacerlo cada vez que quieras, ¡porque ella se encarga de todo! Gracias al panel de control electrónico con gran pantalla LCD y al temporizador configurable en 15 horas con inicio tardío, puedes tener el pan listo a la hora que quieras. Sin embargo, si quieres conservar el pan para consumirlo más tarde (en un plazo máximo de tres días), te recomendamos que lo cortes en rodajas y lo pongas en la nevera dentro de una bolsa de plástico bien cerrada. Mejor aún, congelarlo ya cortado y descongelar solo la dosis que vas a consumir.