El mezclador de inmersión es una herramienta muy útil en la cocina, que permite realizar una gran variedad de preparaciones. Hoy en día existen muchos modelos, que van desde los más sencillos y económicos hasta los ultra accesorios y más caros. Veamos entonces cómo orientarse en la elección, pero no antes de haber aclarado por qué tener una batidora de mano en la cocina.
Porque es un electrodoméstico más versátil, también apto para alimentos más duros o más cremosos. La licuadora clásica se utiliza sobre todo para batir frutas y verduras y para preparar alimentos líquidos o semilíquidos. El uso del mezclador de inmersión, por otro lado, es diferente porque, además de batidos, sopas y compuestos cremosos, también se puede utilizar para compuestos más sólidos. Los alimentos que se pueden procesar son muy variados, como es el caso de un robot de cocina. Van desde sopas, cremas, salsas, purés, hasta masas de carne o ingredientes sólidos, frutos secos, cereales y verduras picadas.
La otra gran ventaja del mezclador de inmersión es que te permite trabajar la mezcla directamente en la olla, ensuciando menos vajilla. Para las cremas o sopas, por ejemplo, simplemente pasa las verduras directamente sin necesidad de verter la mezcla en el recipiente de la batidora o el pasapurés. A veces, un breve uso del mezclador sirve solo para hacer más homogénea y suave una mezcla ya lista, como el puré de patatas o una salsa de verduras.
Con los accesorios adicionales adecuados, incluidos en algunos modelos, el mezclador multiplica su potencial. También puedes usarlo para montar como una batidora eléctrica usando el accesorio correspondiente o para picar como un mortero o una media luna. Es ideal, por ejemplo, para hacer pesto a la genovesa, picado de verduras y aromas o incluso para preparar los homogeneizados para los niños con carne y verduras hervidas.
En primer lugar, es recomendable mirar la potencia del electrodoméstico. Un buen compromiso es quedarse en torno a los 400W. Una potencia alta permite trabajar los alimentos de manera adecuada incluso si la cantidad es abundante o si se trata de mezclas más duras y cremosas. Por ejemplo, un mezclador de alta potencia también puede picar frutos secos, pan duro o hielo. En estos casos, una potencia inferior implicaría el riesgo de sobrecalentar el motor. Optar por un modelo equipado con un potente motor DC de al menos 600W y mayor velocidad es la mejor manera de tener un electrodoméstico multifunción a pesar de su facilidad de uso.
En segundo lugar, es bueno prestar atención a los materiales de los que está hecho. El plástico debe estar rigurosamente libre de BPA y ser apto para el contacto con alimentos muy calientes. Elegir un mango de acero inoxidable es sin duda una buena cosa. El acero inoxidable se lava fácilmente en el lavavajillas, resiste cualquier temperatura y garantiza la máxima seguridad alimentaria. En cuanto a los accesorios suministrados, siempre es mejor prestar atención a los materiales de los que están compuestos.
El tercer aspecto a evaluar es el diseño, no solo en términos de estética sino también de ergonomía. Especialmente cuando se procesan compuestos densos durante mucho tiempo o se trituran alimentos duros, es importante contar con un mango ergonómico. La forma del pie de mezcla también es importante para garantizar un excelente resultado y evitar salpicaduras de alimentos, no solo por una cuestión de limpieza sino también de seguridad si se procesan alimentos calientes. La forma y la cantidad de las cuchillas pueden marcar la diferencia entre un mezclador potente y resistente y uno que después de pocos usos pierde su eficacia, mientras que la longitud del tallo influye en el tipo de recipientes y ollas con los que puedes usarlo. Por último, muchos mezcladores tienen un anillo para colgarlos en la cocina y tenerlos siempre disponibles para su uso durante la preparación de los platos: después bastará con enjuagar el pie de mezcla con agua y volver a colgar el mezclador.
El último y quizás el más importante aspecto a evaluar es la dotación de accesorios. Como ya se ha mencionado, existen mezcladores de mano de inmersión con kits de accesorios que actúan como auténticos robots de cocina de pequeñas dimensiones. Estos modelos permiten batir y montar la nata, así como las claras de huevo a punto de nieve con las varillas adecuadas, y también triturar hierbas, queso y frutos secos con el accesorio picador correspondiente.
Ahora que hemos enumerado todas las principales diferencias entre diferentes tipos de mezcladores y batidoras de mano de inmersión, podrás leer más fácilmente las especificaciones técnicas en el envase y seleccionar el producto más adecuado para tus necesidades. Si te dedicas a muchas preparaciones y prefieres la versatilidad, es mejor orientarte en un modelo ultraligero y potente como Girmi MX39; si, por el contrario, siempre tienes prisa y quieres un electrodoméstico sencillo siempre a mano para batir tu porción de sopa directamente en la olla, el Allegro MX01 es una solución ideal. ¡Y puedes elegir el color que prefieras para combinar con tu cocina!